Cuenta una leyenda Inca que Pachacamác,
el Sol, se levantó suavemente del lago Titicaca. Fue tal su brillo en el cielo que no hubo nada que se comparara con él. Como el cielo de la noche estaba vacío Pachacamác
hizo las estrellas, los planetas y la luna.
Pachamama,
la bella Luna, se convirtió en su esposa. Juntos gobernaron el cielo y la
tierra.
Pachacamác
creó a los primeros humanos con las piedras de una enorme montaña. Los primeros
humanos fueron unas criaturas patéticas puesto que no sabían absolutamente nada de como sobrevivir en el mundo.
Entonces,
el Sol y la Luna tuvieron un hijo y una hija. Compadeciéndose de los humanos
enviaron a sus hijos a la tierra para ayudarlos.
El
hijo de Pachacamác enseñó a los hombres a arar, a plantar los campos y a
construir casas. La hija de Pachamama enseñó a las mujeres el arte de tejer y a
preparar los alimentos.
“Enseñen
a los humanos a ser amables y justos. Yo les proveeré luz y calor cada día sin
fallar; pero eso sí, asegúrense que ellos nunca olviden a sus creadores”, dijo el
Sol.
Dice
la leyenda que los hijos de Pachacamác se convirtieron en los primeros incas
del Tahuantinsuyo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario